Esto mismo le preguntaron al ex Presidente de España , ante millones de telespectadores, y lo cierto es que se cubrió de gloria diciendo que tan solo 80 céntimos era lo que costaba un café. Quizás podría haber dicho que 60 céntimos si se hubiera referido a nuestras máquinas. En cualquier caso, a pesar de que José Luis no dio una respuesta acertada, tampoco hay una respuesta unánime y es que depende las ciudades y países nos podemos encontrar precios muy dispares y sorprendentes en algunos casos.
En dólares se ha publicado recientemente un índice que nos traslada que mientras que en Zurich un sencillo café nos cuesta la friolera de 3,52 céntimos de media, en Río de Janeiro podemos disfrutar de un café por 1,02 dólares de media.
Por supuesto, hay que tener en cuenta que estos precios son la media y que por lo tanto, en Zurich hay cafeterías que sirven esta bebida a precios absolutamente desproporcionados.
La ciudad española más barata para tomar un café es Sevilla, lo cual es sorprendente si tenemos en cuenta que es uno de los centros turísticos del país, y en esta ciudad se puede tomar café una media de 1,68 dólares. En una oficina suele costar 0,39 dólares, mientras que en un Starbucks el precio asciende a 3,81 dólares.
Como vemos, podemos disfrutar cafés por precios muy diferentes. La pregunta ahora es, ¿es realmente más bueno un café que cuesta 4 dólares, que podemos disfrutar en un Starbucks o está simplemente relacionado con el marketing y la buena presentación? ¿Qué opináis?