Ya hemos hablado del Blue Mountain, café catalogado como el mejor y más selecto del planeta. Sale de las tierras altas de Jamaica y como variedad está en la cumbre.
Sin embargo, ahora vamos a hablar del café brasileño a nivel nacional porque en la suma de todas las variedades y producciones es el país que ofrece mejores producciones.
Brasil es el país líder en exportación de café gracias a los más de 2000 municipios distribuidos por 16 regiones de todo el territorio nacional en los que se cosechan los benditos granos. No es baladí que el sector cafetero en ese país genera más de 8 millones de empleos directos y las regiones que lideran las producciones son Bahía, Rondonia, Sao Paulo, Parná, Minas Gerais, etc.
La cadena de valor que aporta el cultivo de café en este país sudamericano es que generación tras generación, se ha ido perfeccionando la técnica y una tradición repleta de cuidados. Este tratamiento exquisito se suma al clima perfecto, con inviernos suaves y muy secos, y veranos cálidos y húmedos. Además, los cultivos de interior quedan fuera del alcance de los fenómenos oceánicos. La uniformidad de los suelos también contribuye a la producción de un café sin parangón. Por último, hay que añadir la excelente genética de los cafetos brasileños. Los ingenieros agrónomos de las plantaciones de café brasileñas llevan años seleccionando los mejores brotes y las mejores plantas que luego son las que engendran las brillantes producciones brasileñas, en muchos casos de nivel premium.
Sin duda la suma de todos estos esfuerzos no es en vano y las producciones de Brasil son de muy alta calidad generalmente. Por este motivo ese país se ha colocado líder en exportaciones. Al final el trabajo, las inversiones y la perseverancia tienen sus recompensas, aunque lleguen años, lustros o incluso décadas después.