Francia es el país de la bicicleta por sus bohemios de Montmatre, por sus carreteras de montaña y sobre todo y relacionado con ese segundo punto, por el Tour de Francia.
Ya comentamos hace unos meses lo saludable que es coger el casco a primera hora de la mañana y darle a los pedales en dirección al trabajo. Ya adelantamos lo beneficioso que es, no solo para tu sistema cardiovascular o tus piernas, sino también para tu mente.
Pero a pesar de ello, hay veces en las que se necesita un incentivo más para que la gente haga cierto tipo de esfuerzos. En Francia apuestan por ello y van a incentivar a las empresas a que redacten planes para fomentar la utilización del transporte público para acudir al trabajo y la bicicleta. Emplear la bici para ir a la empresa tendrá recompensa para el trabajador y se le abonará a razón de unos 25 céntimos de euro por kilómetro cubierto sobre el manillar.
A cambio, el gobierno francés compensará a la empresa reduciendo parte del dinero que tienen que abonar en cotizaciones sociales.
Este tipo de acciones ayudan al sistema medioambiental, pero también a la salud de los empleados, porque acudir en bicicleta es un excelente método para desestresar y sentarse frente al ordenador con mejor humor y las ideas más claras. Quizás deberíamos aprender de los franceses en este sentido y nos ayudaríamos a nosotros mismos y al planeta, que necesita nuestra ayuda.