La productividad en una empresa es algo que se presupone. Los empleados están constantemente aportando trabajo que se refleja en la facturación y en los beneficios. Si baja la productividad, es obvio que repercuta en los ingresos de la empresa.
En Ebócame hemos hablado en las últimas semanas sobre la importancia de saber motivar al grupo o esos pequeños gestos que contribuyen a fomentar un ambiente de trabajo más productivo. Sin embargo apenas hemos hablado de método, una teoría, un procedimiento, que aumente la productividad en la empresa.
Por ello hoy os explicamos el método Kanban, que es un sencillo sistema que requiere poca inversión: un panel metálico o de corcho, un rotulador y un paquete post it. Unos cuantos euros destinados a aumentar el ritmo de trabajo y la cooperación de todos.
Ese panel tiene que dividirse en diferentes apartados, pero os vamos a proponer la separación en 3:
Tareas por hacer, tareas en proceso y tareas hechas durante el día. Además, tareas por hacer lo subdividiremos en tareas “para ayer”, tareas con relativa urgencia y tareas sin presión temporal.
De esta manera, al comienzo del día, todos los empleados verán el tablón en el que escoger tareas pendientes, con preponderancia para las tareas “para ayer”. En un vistazo rápido, el directivo sabrá que es lo que está haciendo cada empleado, e incluso le pueden venir cosas a la mente sobre determinadas tareas, Y como colofón, conforme los post-its vayan pasando de tareas pendientes a tareas hechas, toda la oficina se motivará al ver que el trabajo ha sido realizado.
La división es algo más individual para cada empresa y su dinámica de trabajo; esta era únicamente una propuesta. Esperamos que el método kanban os sirva de ayuda y consigáis terminar con la quimera del aumento de la productividad.