Suecia es uno de los países más productivos del mundo. Trabajan 35 horas a la semana y sacan todas las tareas adelante. Incluso han implantado jornadas de 30 horas semanales, 6 horas al día, y los resultados han sido tremendamente positivos.
Uno de los métodos diferentes es la fika, una reunión de compañeros de trabajo en la que se comparte el café y postres caseros. En algunas empresas los postres los traen los empleados, que se van turnando de forma aleatoria, en otras son las propias empresas las que sirven bocadillos calientes. Los empresarios son los principales beneficiados con las fika ya que aseguran que las mejores ideas y decisiones se toman en esta pausa. En Ebocame no podemos en duda estas afirmaciones; somos plenamente consciente de que con un café en la mano todo fluye de forma diferente. Las salas de descanso que propugnamos con Eboca buscan precisamente instaurar en España este tipo de tradiciones.
En la fika, o en la sala de descanso, todo el mundo tiene un rol similar y los empleados les proponen a sus superiores las ideas más descabelladas que se les ocurren para solucionar un problema o desatascar una negociación. En cambio, en la sala de reuniones, se cohíben y no demuestran todo su potencial.
Ese momento para el café se utiliza pues para compartir puntos de vista, comentar situaciones y pedir consejo, y eso repercute en el devenir de la empresa y en el futuro de los proyectos en los que está metida la firma en esos momentos.
La fika se ha ido extendiendo por el mundo y algunos la han aceptado tal y como era en sus comienzos, en los que cada uno prepara un postre diferente y todos saborean los distintos platos en una especie de concurso. El café es delicioso y todavía más si lo acompañas de un dulce casero.
¿Aplicarás la fika en tu oficina?