Ya hemos escrito en muchas ocasiones acerca de los múltiples beneficios que el café tiene para la salud humana: es bueno para el hígado, para el corazón, para el cerebro etc. Ahora bien, también podría ser bueno para la salud de algo mucho más grande que el cuerpo humano, para la salud del planeta Tierra.
En esta época los investigadores ocupan muchos proyectos en buscar nuevos combustibles que sean menos dañinos con el medioambiente que los combustibles fósiles. Uno de esas nuevos elementos es el biodiésel, que emite mucho menos monóxido de carbono y otros gases de efecto invernadero que el diésel normal.
El ripio del café (lo posos que quedan en la cafetera) puede ser convertido en biodiésel según ha descubierto el investigador brasileño Mario Rogrigues Cortes en la Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira. Su alto contenido en aceite, que ronda entre los 17% y 20% convierten los posos del café en una materia prima ideal para el biodiésel.
Pero no es el único material relacionado con el café que se puede convertir en biodiesel. La Universidad de Nevada (Estados Unidos) han producido biodiésel a partir de la tierra de los campos de cultivo de café, que también tiene un alto contenido en aceite que ronda el 15%. Es un proceso muy sencillo y el precio de producción de este biodiésel tan solo cuesta 20 centavos de dólar por litro. Con la cantidad de campos de cultivo de café se podrían hacer millones de litros de biodiésel al año.
Grandes noticias tanto para el sector más ecológico como para el energético. ¿A quién no le parecería bien seguir consumiendo la misma energía pero de forma más limpia y respetuosa con nuestro planeta? Esperemos que ambos proyectos universitarios salgan adelante y que el “biodiésel del café” sea una realidad en el futuro. Este tipo de noticias, al igual que otras energías renovables como las basadas en paneles solares, por ejemplo, son, sin duda, una puerta abierta a la esperanza.