Hay muchas personas que llevan muchos meses en paro, hastiados de recorrerse desde primera hora de la mañana páginas de búsqueda de empleo y de aplicar con el CV en todos los procesos posibles. Los días se hacen largos, la prestación se está acabando y están realmente hartas de escuchar en las conversaciones de amigos los líos relacionados con el trabajo o los viajes laborales. Se sienten desplazados, fuera del mercado…
Esta combinación de factores puede llevar a estas personas a aceptar trabajos en los que realmente no ven un futuro, que no les aporta nada a nivel profesional y que al final quedarán como un espacio en blanco en su curriculum.
- En primer lugar hay que tener en cuenta el coste de oportunidad. Quizás al aceptar este trabajo estamos perdiendo una oportunidad que nos iba a surgir dentro de un mes y que si que se adaptaba de forma perfecta a nuestras expectativas y a nuestra formación.
- En segundo lugar, hay que saber que quizás aceptando un puesto como algo de paso estamos fastidiando a la empresa, que si que ve en nosotros como alguien de futuro al que van a formar y enseñar en los próximos meses. Si en menos de un año dejamos el puesto la empresa habrá desperdiciado esfuerzos y dinero en nuestra causa, que teníamos clara de antemano.
- Lo peor de escoger un trabajo comodín es que luego en el curriculum no aporta nada. Si no está relacionado con nuestra formación o sector y lo escribimos tendremos que explicarle nuestra situación al entrevistado, y siempre es delicado explicar que te conformaste con algo que no era lo que querías. Si no lo escribes, habrá x meses o años en tu curriculum en los que parecerá que no hemos hecho nada.
Así pues. Si es un parche, si no es el trabajo que esperabas, si no quieres estar a los dos meses como el de la imagen inferior… mejor sigue buscando