Hace unos días, el afamado bloguero Enrique Dans presentó sus argumentos en contra de las Open Office, las oficinas compartidas en las que convive el grueso de la plantilla administrativa de una empresa.
No nos referimos a los cubículos al más puro estilo Encom o Matrix, sino a enormes salas con escritorios y ordenadores que no están separadas ni siquiera por un biombo. Son muchas las empresas que han hecho derribar los tabiques que separaban los despachos individuales para disponer de un único espacio diáfano, estilo que para algunos hace que se reduzca la productividad de manera alarmante. A pesar de ello, en Eboca apostamos por la Open Office en nuestra sede, porque creemos que se fomenta la interacción y la creatividad.
De todas formas, lo que sí que consideramos muy recomendable para las empresas con despachos individualizados (en muchos casos no tienen la opción de crear un espacio diáfano) es la instalación de una sala de descanso en la que los trabajadores puedan disfrutar de conversaciones informales. En el formato de oficinas tradicional aumenta la concentración pero se reduce la creatividad ya que los compañeros no llaman a la puerta de un despacho contiguo salvo para comentar un tema de vital importancia. En cambio, las Open Office o las salas de descanso son un hervidero de ideas y asociaciones que pueden solucionar problemas de la forma más inesperada. En la web corporativa de Eboca, puedes ver algunas de nuestras salas de descanso.
Una sala de descanso montada por Eboca.
Apostad por la comunicación en la plantilla y, sin duda, tanto la innovación como el buen rollo aumentarán.
Si queréis saber más sobre salas de descanso como punto de interacción, este enlace puede serviros. Además, en el siguiente vídeo, Manuel Torres, director comercial de Eboca explica con detalle la filosofía que hay detrás de una buena sala de descanso. Esperamos que os sirva.
https://www.youtube.com/watch?v=u5qkK49CEcE