Se ha desatado en la última semana una grave epidemia en los grandes cultivos de Centroamérica que puede afectar a la producción mundial del café de forma notoria. La afección es conocida como el mal de las hilachas y es provocada por el hongo Pellicularia Koleroga. Ha afectado ya a más de 2 millones de cafetos en las últimas jornadas, extendiéndose con virulencia por el sur de México, Nicaragua, Costa Rica, Guatemala y El Salvador. Los daños son cuantiosos y se estiman perdidas de millares de toneladas de producto. Se cree que esta enfermedad originaria de la India comenzó su propagación el pasado miércoles con un carguero sin identificación que desembarcó en Puerto Barrios, proveniente de Mumbai.
La Comisión Centroamericana del Café y Derivados (CCCD) está llevando a cabo una rigurosa investigación en busca de los motivos por los que el mal de las hilachas se ha propagado de manera tan fugaz por tantos países, traspasando fronteras, lagos y amplias extensiones sin plantas de café. Todo parece indicar que se trata de un sabotaje destinado a reducir la producción de estos países de manera drástica. La Comisión ha enviado equipos de sulfatadores profesionales a las áreas más afectadas para erradicar el problema por la vía rápida.
Por otro lado, el Ojo de gallo, enfermedad que está causada por el hongo Mycena Citricolor está asolando grandes extensiones de cafetos desde hace dos meses en Cuba. Las autoridades de La Habana estiman que centenares de hectáreas están afectadas y que es imposible calcular con exactitud la cuantía de las perdidas. Pero ese no parece ser el problema más inquietante. Al parecer, esta nueva cepa de Ojo de gallo se está contagiando entre las personas, que se despiertan un buen día con las esporas típicas de la enfermedad (ver imagen de la derecha) adheridas a la piel, en diferentes partes del cuerpo, aunque principalmente en la zona de los hombros y el cuello. El hermetismo del régimen cubano ha impedido que la noticia salga a la luz, aunque algunos asesores de la Organización Mundial de la Salud y Salubridad (OMSS) ya están al tanto de la situación y, en primer lugar, han aconsejado a la administración Obama un nuevo endurecimiento de las relaciones con Cuba para impedir un posible contagio a EE.UU.
El origen de esta cepa es desconocido por el momento aunque se especula con que pueda estar relacionado con un anomalía con plantaciones transgénicas en Río Cauto, al sur de la isla. La multinacional Manosanto hizo una siembra experimental en aquella zona a finales de verano.
Pésimas noticias desde el continente americano. Esperemos que resuelvan pronto la crisis que algunos ya clasifican de «guerra biológica» entre los productores.