Por la noche, cuando nos acostamos, ponemos a cargar la tablet, el móvil y el ordenador. Ya sabéis lo que dicen. Es importante cargarlos de forma completa, no utilizarlos mientras están conectados a la electricidad… La lista de recomendaciones es extensa y en muchos casos, pura mitología, pero nosotros intentamos cumplir de forma metódica con esos consejos que leemos en los blogs de tecnología.
Dormir es, por su parte, nuestra forma de recargar las pilas y al igual que mimamos las baterías de litio de nuestros gadgets, deberíamos llevar a cabo una higiene del sueño y controlar la forma en la que dormimos, porque puede suponer el éxito o en fracaso en nuestra vida personal y profesional y a la larga una serie de enfermedades.
Ahora se han puesto de moda las pulseras inteligentes y los relojes como el Apple Watch que además de todas las funcionalidad que incitan a que el usuario se cuide más, también ofrecen la posibilidad de monitorear el sueño pasa saber si estamos disfrutando de una dormilonas saludables o por el contrario la calidad de nuestros descansos no es la más apropiada.
Existen muchas aplicaciones como Sleep ++ o Sleep Pulse 2 que nos ayudarán a saber cuántas horas hemos disfrutado del sueños profundo, las interrupciones de los ciclos con periodos de sueño ligero y cuál ha sido el periodo de tiempo en el que hemos dormido más plácidamente a lo largo de la noche.
Pronto descubriremos que no dormiamos tantas horas como creíamos y que debemos hacer un esfuerzo por acostarnos antes si debemos cumplir las 7 horas de sueño que recomiendan los médicos en los adultos. 7 horas son las mínimas, aunque dormir 8 nos hará obtener un mayor rendimiento en nuestro día a día.
Si no disponemos de pulsera o reloj inteligente podemos controlar la calidad de nuestro sueño con distintas aplicaciones, dejando el móvil sobre nuestro colchón.