La pregunta correcta no es si puedes, porque obviamente puedes contarle todo lo que quieras a quien quieras. Sin embargo, si debemos o no ya es una pregunta más acertada.
Muchos somos los que consideramos a nuestros compañeros de trabajo como amigos. Se pasan mucho tiempo compartiendo despacho y la relación va en aumento, hasta que llega un día en el que contamos demasiado y nos perjudica, incluso podemos perder el trabajo.
Si queremos ser prudentes de verdad deberíamos establecer una barrera que separase nuestra vida privada del trabajo y limitarnos a comentar los asuntos laborales con los compañeros de oficina o de factoría. También podemos hablar de actualidad, deporte, noticias, no todo va a ser trabajo, pero deberíamos ser celosos con la información personal acerca de nuestras situaciones sentimentales, ratos de ocio, viajes, etc.
Incluso otros aspectos más delicados como una enfermedad o que piensas irte de la empresa para montártelo por tu cuenta… Aunque os parezca mentira muchos son los que comparten este tipo de información con compañeros de trabajo, sin miedo a que la información se escape y esto pueda perjudicarle en el futuro.
La recomendación desde Eboca es que elijas muy bien a quién le cuentas tu vida privada y tus problemas antes de compartir ciertas informaciones.
Como dijo un viejo proverbio «el silencio es el único amigo que jamás traiciona».