La edad para nuestra vista no es tan buena como para los vinos, a los que los años convierten en caldos de gran categoría. Nuestro cristalino sufre una degeneración continua que termina convirtiéndose en una presbicia, comúnmente conocida como vista cansada, que nos impide leer y ver de cerca. Está degeneración es debida a que los ligamentos que facilitan el enfoque de los objetos pierde elasticidad con el paso de los años. Estos ligamentos convierten al cristalino en una forma más convexa o menos, según la lejanía del punto de enfoque de nuestra visión en un determinado momento.
Para muchos supone un problema en el ámbito laboral, y en la mayoría de las ocasiones la presbicia ha aparecido a consecuencia de su trabajo.
Para evitar esta degeneración, que además es irreversible, hay una serie de recomendaciones a seguir si se está en una edad de riesgo, generalmente a partir de los 45 años.
– Evita pasar largas jornadas delante de la pantalla del ordenador y pídele a tu superior que diversifique tareas en las que tus ojos puedan descansar.
– Los descansos cada hora de trabajo son la solución alternativa en los casos en lo que es necesario trabajar ante la pantalla.
– La dieta también es muy importante y se suelen recomendar alimentos con abundante vitamina A como las acelgas o las zanahorias y también la fitoterapia: manzanillas, arándanos, ortiga, etc
Estas sencillas medidas ayudarán a retrasar la aparición de la temida vista cansada y sin duda. la persona gana en calidad de vida.