El drama del paro juvenil es un problema a gran escala ya que en España el 50% de los jóvenes no tiene trabajo. Sin embargo, es un problema solventable a largo plazo. En cambio, los que se quedan en paro a los 45 años se sumen en un pozo del que no siempre es fácil salir.
Hay varios motivos que dificultan encontrar empleo. En primer lugar, las empresas buscan a gente joven, que es a priori mas enérgica y con una mayor ambición e iniciativa. También las empresas suelen necesitar a gente que este al tanto de las últimas tecnologías, sea ducho en idiomas y tenga una formación reciente y actual.
A partir de estos problemas ya podemos deducir muchas de las soluciones.
- Formación: nunca hay que dejar de aprender y si en la treintena recomiendan sacarse un máster, en los 40 conviene ir haciendo continuamente cursos de reciclaje que estén relacionados con nuestro sector.
- Idiomas: nunca es tarde para estudiar un idioma y las empresas valorarán que un cuarentón se haya embarcado en aprender una lengua nueva de motu propio.
- A la última: ábrete redes sociales, juguetea con tu tablet y cómprate un reloj inteligente y de esta manera te familiarizarás con todos esos aparatos que posteriormente te van a resultar útiles en el desarrollo de tu trabajo.
- Tu edad es también algo bueno. En primer lugar tienes que remarcar que la experiencia es un grado y sobre todo, si eres de los que buscar una estabilidad, algo que es más habitual a los cuarenta que a los veinte, déjalo claro. A los empresarios les gusta saber que sus empleados no van a ser formados para cambiar de ciudad al cabo de los meses.
Como veis, no todo iban a ser barreras. Con estos sencillos consejos nos podemos volver a introducir en el mercado laboral.