En los últimos tiempos hemos visto muchas tonterías relacionadas con el café. Muchas. Y no queremos quedarnos cortos, ahora llega el «coffee nap«.
Primero vino el latte art. Y claro, todos nos vimos cautivados por esos maravillosos dibujitos en nuestro café. Que si un corazón, que si una espiga… Fue entonces cuando nuestro Instagram empezó a llenarse de fotos con esta nueva forma de tomar café. Los baristas, orgullosos, aprendieron la técnica y ahora es raro no ver un café con dibujito.
Esto evolucionó hasta límites insospechados. Como, por ejemplo, hacer latte art pero con la espuma del café, dibujitos en 2D y en 3D. A esto se le llama cream art. Un gatito saltando de una taza a otra, un tiburón…
Siguiendo con el tema del latte art, no podemos olvidar el Selfieccino. Ese café que lleva tu cara impresa en el café y que sólo podrás encontrar (de momento) en The Tea Terrace.
Después, y como broma surgió el Avolatte. Entre broma y broma, la verdad asoma, y tanto asomó que se convirtió en tendencia. Un invento del demonio, un café servido en la cáscara de un aguacate. Yo no sé si estará rico, pero la buena pinta brilla por su ausencia.
Y ahora pregúntate: ¿puede surgir alguna broma más? Sí, puede. Ya hemos dicho que la última tontería ha sido la del «coffee nap«.
¿Qué es esto? Esto es una nueva forma de beber café sin pasar sueño. De beber café antes de dormir y levantarte como si hubieras dormido tres días enteros.
El coffee nap consiste en tomarte un café y, a continuación, dormir una siesta. De esta forma, el efecto del café surgirá mientras duermes y, así, podrás levantarte fresquísimo.
No sabemos si será verdad, pero hay sitios que ya se han hecho eco de esta tendencia. DCaf fue el primer lugar en imponer esta forma de tomar café. Seguido de Harajuku Concept, ubicado en Tokyo. Y si eres un súper amante del café, pero poco fan de estas nuevas modas, a lo mejor no te hace mucha gracia descubrir que a finales del 2017 abrió en Barcelona Napuccino, la cafetería donde puedes benefiarte de una siesta con café.
Por favor. Basta ya. Por un café digno y sin tonterías.