La coyuntura económica lleva tantos años estancada que ya casi ni nos acordamos de los años de vacas gordas. Encima, la situación internacional es tan cambiante y sorprendente que parecen poner palos en las ruedas a la estabilidad económica: Siria, Ucrania, el Brexit, el fenómeno Trump. Quizás por culpa de esa inestabilidad, son muchos los que se resisten a moverse de sus actuales empleos, aunque odien sus puestos de trabajo.
Según una reciente encuesta realizada a una muestra de medio millón de trabajadores, a casi un 10% de estos no les interesa su empleo, pero no encuentran la motivación suficiente para dejarlo.
Hay varios aspectos que les clavan a su poltrona y ninguno está relacionado con la verdadera felicidad en el trabajo que defendemos en Ebocame.
- Económicos: siguen en su trabajo porque cobran un buen salario y saben que es difícil encontrar un trabajo con una remuneración similar. Además, son fijos, y saben que solo les echarían si generaran un grave problema o la empresa se fuera a pique. Muchos de ellos llevan años en la empresa y además tienen a una familia a la que mantener. Esto les obliga a permanecer en el puesto.
- Miedo al cambio de puesto: otras veces, le temen mucho a un gran cambio. A las nuevas responsabilidades que tendrán en el nuevo trabajo. No se atreven a salir de su zona de confort y aunque no son felices en su trabajo tampoco se consideran infelices.
- Compañeros: aunque pueda parecer una nimiedad, hay personas que se mantienen en su puesto porque tienen muchos amigos en el trabajo y no quieren perder esos ratitos en los descansos.
- Cercanía: la proximidad del hogar a la empresa en la que trabajan también puede frenarles a la hora de buscar un cambio.
En Ebocame os invitamos a quitaros esas ataduras y a dar el salto si vuestro trabajo no os convence.