El espacio exterior es un lugar hostil, inhóspito, un vasto vacío que se extiende más allá de la conciencia humana y en el que parece no se no ha perdido nada. A pesar de ello y desde que hace medio siglo nuestra especie puso sus ojos en las estrellas con la ayuda de la tecnología, la ciencia ha ido avanzando camino y en la actualidad hay 3 personas viviendo en la Estación Espacial Internacional.
La vida de estos astronautas dista mucho de nuestro día a día aquí en tierra firme. Flotando en la ingravidez, con unas vistas de escándalo en cada escotilla y a una altitud de 330.000 metros sobre la superficie terrestre… Sin embargo desde ahora van a poder disfrutar de una taza de café y podrán hacer un descanso en su trabajo científico saboreando torrefacto, arábigo o robusta.
La empresa Lavazza ha hecho posible este ingenio, denominado ISSpreso, en compañía de Aerotec y pesa unos 30 kilogramos, lo cual es una barbaridad si tenemos en cuenta lo que cuesta subir un kilo de peso al espacio.
Como nota curiosa los cafés se servirán en sobres de plástico y el agua utilizada para hacer el café proviene de la orina de los astronautas, como casi toda el agua que suelen ingerir los habitantes de la Estación Espacial Internacional.
La tripulación aumentará su motivación con esta cafetera espacial que será llevada por la primera mujer italiana en el espacio, la astronauta Samantha Cristoforetti, que viajará a la ISS en el mes de noviembre a bordo de una Soyuz.